Tema: Crisis Energética
24 feb'06
CanalEmpresaSostenible/La Vanguardia
La dependencia del petróleo no sólo se ha convertido en insostenible para el clima, sino también en inconveniente desde el punto de vista geopolítico. La inestabilidad creciente en Oriente Medio, sumada a la reciente crisis del gas ruso, ha puesto en evidencia en muchas capitales occidentales la necesidad de reducir la dependencia energética. Y aquí, Washington y París caminan al mismo paso. Si el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se ha lanzado a una vigorosa campaña en favor de las energías alternativas, el presidente francés, Jacques Chirac, pone el acento en el desarrollo de la energía nuclear.
Chirac expuso recientemente, en un acto con las fuerzas vivas del país celebrado en el Elíseo, los ejes principales de su política energética. El presidente francés abogó, como Bush, por potenciar la investigación y producción de energías sustitutivas del petróleo, como los biocarburantes - cuya producción se quintuplicar á, dijo, en el plazo de dos años-, el hidrógeno o las pilas de combustible, así como desarrollar nuevos modelos de vehículos eléctricos o híbridos en diez años. En este terreno, se comprometió a que, de aquí al 2007, un tercio de los vehículos de la administración pública utilicen biocarburantes. Ya suprimir, en veinte años, todo consumo de petróleo en las flotas de las grandes empresas públicas de transporte colectivo: la RATP de París y la compañía ferroviaria SNCF.
El presidente francés también aludió a la necesidad de desarrollar las centrales de carbón limpias.Pero, por encima de todo, defendió el relanzamiento de la energía nuclear. Francia, con 59 reactores en funcionamiento, es el segundo productor mundial de energía nuclear, por detrás de Estados Unidos. El 78,2% de la electricidad que se produce en el país tiene origen nuclear.
El proyecto estrella de Chirac es el prototipo de un nuevo reactor nuclear de cuarta generación, que debería poder entrar en servicio en el año 2020 y que será más seguro y más limpio que los actuales. Esta nueva generación de reactores, además de generar energía eléctrica, permitirá también producir hidrógeno y desalar agua del mar. La Comisaría para la Energía Atómica (CEA) francesa trabaja ya sobre tres tipos posibles de reactor, en concertación con un foro internacional del que forman parte diez países.
El Gobierno francés, con todo, considera necesario abordar la política energética a escala europea, y por ello presentó el pasado 24 de enero en Bruselas un memorando en el que plantea la conveniencia de potenciar desde la UE la investigación sobre la energía nuclear, además de otras energías alternativas. La seguridad del aprovisionamiento energético y la lucha contra el calentamiento climático son los dos principales argumentos expuestos por París para pedir una mayor implicación económica comunitaria
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